Ya se marchó el verano
con sus dorados amaneceres
y sus bonitos atardeceres.
Los campos se visten de amarillo
Y los pájaros ya pierden su trinillo.
Llega el otoño cargado de color,
Y viste los campos
con sus anaranjados mantos,
y conquista con el rojo
sus bellos encantos.
Las tardes son más cortas,
los días más tristes
y las noches más largas,
pero tu mi amor,
me esperas con calma,
mirando con inquietud
en la nostalgia de mi alma.
Te amo,
y con cada letra de esta palabra,
me acerco más y más,
a la dulce calidez de tu mirada.
No es una palabra, es un hecho
y de este amor que siento en el pecho
todo lo espero;
te quiero, te adoro
y con cada beso: te añoro…
Belén Franco